Tal vez para “globalifóbicos” la siguiente aseveración pueda resultar poco creíble: la integración de mercados internacionales, la liberalización económica y la mayor exposición competitiva de las empresas son fuerzas indudables en favor de la protección ambiental. Una de las razones que explican esta tendencia aparentemente contraintuitiva radica en la generalización de normas ambientales internacionales de carácter voluntario y que aplican a sistemas de administración o gestión ambiental empresarial. La serie de normas internacionales más importantes y de mayores alcances son las denominadas ISO14000; su influencia sobre el desempeño ambiental de las empresas se extiende fundamentalmente a través del comercio.
El cumplimiento de estas normas puede resultar redituable tanto para el sector privado como para el sector público. Comercialmente, la certificación de su cumplimiento mejora la imagen y credibilidad de la empresa, al tiempo que se traduce en ahorros significativos, particularmente a través de un uso más eficiente de materiales y energía. Por su lado, los gobiernos que actúan inteligentemente pueden encontrar en estas normas un aliado estratégico para perseguir sus objetivos de política ecológica, e incluso, reducir sensiblemente los costos de la regulación.
Sin embargo, el interés por las normas ambientales internacionales (certificables) no se ha generado únicamente a partir de estos beneficios potenciales. Existe la preocupación de que, a pesar de su carácter voluntario, éstas se conviertan en un requisito de facto para tener acceso a algunos mercados. Según un estudio llevado a cabo por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), es notorio que el interés en tales normas se ha multiplicado a partir de que éstas se conviertan en exigencias o barreras técnicas no arancelarias a las exportaciones.
Para los países en vías de desarrollo, como México, existe una serie de factores que refuerzan esta hipótesis, tales como la relativa novedad de los estándares ISO14000, su poca difusión por parte del gobierno y del sector privado, e incluso cierto antagonismo entre las políticas oficiales y estos nuevos esquemas globalizados de normalización. Las dificultades se agudizan dada la dependencia hacia consultores y certificadores extranjeros, que provocan que los costos de cumplimiento sean mayores para las empresas mexicanas, en particular las pequeñas y medianas, que para sus competidoras del mundo industrializado.
Para la mayor parte de las empresas, la decisión de implantar y mantener normas como las ISO14000, depende de una evaluación de los costos y beneficios asociados. Los beneficios cuantificables no sólo incluyen, como ya se señaló, el ahorro de materiales y energía, sino el aumento en el valor accionario de la empresa y en la reducción de costos asociados a primas de seguros y diferenciales sobre tasas de interés. Esto, desde luego, adicionalmente a que el cumplimiento certificado de ISO14000 representa crecientemente una llave de entrada a muchos mercados internacionales.
En cuanto a los costos, éstos se refieren al pago de consultores y de organismos de certificación. La adopción de normas ISO14000 ha propiciado el surgimiento de una floreciente industria de certificación, generando oportunidades nuevas y, a menudo, lucrativas para organismos certificadores y consultores. Este mercado es dominado extensamente por compañías europeas y estadounidenses, mismas que cuentan con una participación importante de los mercados de países no desarrollados. Es importante que estos países, entre ellos México, puedan participar de los beneficios de las actividades de certificación, mediante la creación y consolidación de sus propias entidades de acreditación y certificación.
Es obvia la necesidad de que las políticas gubernamentales entren en sinergia con estas normas internacionales, lo cual requiere cambios significativos en las dinámicas institucionales vigentes. Esto es fundamental para lograr que la protección del medio ambiente y la sustentabilidad de las empresas se refuercen mutuamente con su posición competitiva
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